FLASHBACK I: Drogheda.

19:29 / Por Antonio / comentarios (2)

Buenas a todos.

Pues aquí comienza el primero de una serie de cuatro posts de flashbacks, en los que os relatamos cositas que hicimos el mes pasado y que debido a la saturación no pusimos en el blog.

Y eso que esta semana tampoco es que tengamos tiempo libre precisamente. Para muestra hoy he llegado al laboratorio el primero, 9:05, y me he ido el último, 6:45. Nada mal, pero claro el llevar un sistema de pruebas yo solo, escribir un papel con fecha límite en la semana que viene, y hacer aparte las pruebas con enlace inalámbrico para mi proyecto fin de carrera, todo hacia adelante pues... satura, y ése es el resultado. Para colmo una de las placas con las que trabajamos está en la UCI (parece que la he jodido), y no se si la podré revivir... y vale 6.000€, y es prestada del Trinity College... casi nada. Pero bueno espero arreglarla mañana, ya os contaré. A cambio de esos inconvenientes, al llegar a casa Laura me había hecho una "Carrot Cake", mi tarta preferida de lejos, que descubrimos aquí en Irlanda... ¡¡dios qué maravilla!! Os la recomiendo encarecidamente, os quitará todas las penas jeje.

Bueno pues ese finde estuvimos en los alrededores de Drogheda. Ciudad al norte de Dublín, en la desembocadura del río Boyne, donde aconteció una batalla importante entre escoceses e ingleses,Battle of the Boyne.

Lo guay de este viaje fue nuestra primera experiencia conduciendo "en el otro lado" (de la carretera), que estuvo chula, y fue la primera prueba de cara a hacerlo más veces, ya que aquí alquilar coches es barato y muy útil para visitar el país, por ser una isla pequeña y tener las cosas interesantes repartidas. Fuimos a visitar un lugar arqueológico patrimonio de la humanidad llamado Newgrange, que fue realmente interesante, y se encuentra cerca de la ciudad.

Sobre conducir en el otro lado pues... al principio de "inseguridad total", porque claro, intentas cambiar las marchas con la derecha, buscas el retrovisor donde no es... pero bueno, luego te acostumbras y no es para tanto. Hay que ir con mucho cuidado y en la mente siempre clara la idea de mantenerte a la izquierda, y luego hacerte a cambiar las marchas con la izquierda (que por cierto éstas están en el mismo lugar que en un coche normal) y poco más, el resto se basa en disfrutar la experiencia jeje.


El atrevido conductor no aparece en esta foto, muy mal, muy mal...

Así que tras media horilla de camino desde Dublín, llegamos al valle del río Boyne, una zona preciosa, que además al hacer sol ese día, tuvimos la suerte de ver en todo su esplendor.



El lugar tiene un parking en el que dejas el coche, y pasas a visitar un centro de interpretación, donde te explican que es un monumento más antiguo que las pirámides de Egipto, hecho en la prehistoria y encontrado hace 50 años por un arqueólogo irlandés. Tienes videos que lo explican y cositas interesantes. Luego cojes un bus que te lleva al lugar donde está el monumento en sí.



Te explican además que no es el único de este tipo, y que alrededor, a decenas de kilómetros, hay repartidos más lugares como éste, con lo que se piensa que eran monumentos construidos con varios fines, no sólo para ceremonias religiosas y lugar de enterramiento, sino también quizá para comunicarse de alguna forma... pero no se sabe a ciencia cierta.

La principal cosa curiosa de este lugar es que es una cueva construida de forma artificial encima de una colina, y de forma muy laboriosa con las técnicas de aquella época, en la que sólo durante unos días en el solsticio de invierno la luz penetra hasta el fondo del lugar, iluminando la estancia completamente. Con lo cual eso denota que tenían medios para conocer y hacer ese tipo de cálculos con bastante exactitud, y entre eso y el observar lo grande del monumento y la relativa amplitud de la estancia interior, la verdad es que da que pensar. Muy interesante sin duda, y muy curiosa la demostración que hacen oscureciendo todo y encendiendo una luz colocada para recrear el efecto. En la que te da bastante claustrofobia, porque entra todo el grupo y al oscurecerse todo te sientes muy agobiado, y eso junto con el pasillo por el que tuviste que entrar agachado y haciéndote hueco entre las rocas por ser tan estrecho pues...

La reconstrucción exterior no se sabe a ciencia cierta si era tal que así, pero por los estudios arqueológicos se intuye que al menos era parecido. De cualquier forma es muy bonito, y por las piedras que lo forman brilla un montón cuando hace sol, con lo que es fácil imaginar que sería un lugar impactante en la antigüedad.


Tras visitar Newgrange fuimos a comer a Drogheda. Es una ciudad pequeña, que tiene algunas calles bonitas y una buena vista desde la parte alta.


Y tras pasear un poco por Drogheda cogimos para volver hacia Dublin la carretera que pasa cerca del mar, y atraviesa muchos pequeños pueblecitos, en vez de volver por la carretera principal que usamos para venir, con lo que parando aqui y allí, fuimos recorriendo el camino de vuelta.


Una de las paradas fue un puerto pesquero, que son muy característicos en este país y evocan unos paisajes muy auténticos.


Otra parada fue en un castillo en un alto cercano a la costa, que era también zona de picnic, muy chulo.

Y con la noche encima ya llegamos a Dublín, donde dejamos a Kai en casa y nos aventuramos a completar el día. Aprovechamos e hicimos la compra en el Lidl con coche como señorones... malacostumbrándonos, porque de aquí a que eso se repita... pero bueno, nos vino muy bien para hacer una megacompra de cosas y darnos un paseíto por la city como señores, llegando a casa con la compra jeje.


Aquí tenéis el resultado.

Como veis, no nos aburrimos en absoluto, y es que tanto ajetreo nos dejó muertos. Espero que os haya gustado el post y os haya picado el gusanillo de venir a Irlanda. Por cierto, antes de terminar, ¿veis algo raro en esta foto?



Saludos a todos.