Escapada a Bray.

22:41 / Por Antonio / comentarios (2)

Un buen adjetivo para describir nuestro comportamiento durante nuestra vida en Dublin es inercial. Funcionamos como un péndulo, que cuando está en el extremo de paz y calma, nos hace nada más que querer casita, pero cuando el péndulo cambia de lugar... vaya, vaya. Así que tras una avalancha de viajes en Marzo, Abril había sido más tranquilo, con dos o tres semanas de casita y salidas cortas por la ciudad, que también nos hacían falta. Pero el péndulo esta volviendo a inclinarse...

Y así hemos empezado con ésta escapada programada a última hora y un poco al azar, y como todo viaje de este tipo, fue un éxito.

El pasado domingo a mediodía nos escapamos al sur de Dublín, zona muy turística, con playas y pueblos con paseo marítimo y ambiente típico parecido (sólo parecido) al de los pueblos de costa españoles.

Así el chino, Laura y yo cogimos el tren a Bray, pueblo muy bonito, con una larga playa de 2 kilómetros (claro, larga comparando con lo que hay por aquí) y una montaña al lado del pueblo y del mar, una preciosidad la verdad.

Esta ciudad queda cerca de pueblos bastante turísticos como Dan Laoghaire, Greystones, Wicklow, Glendalough... toda muy bonita, entre el mar y las Wicklow mountains. Así que teníamos que hacer nuestra primera incursión por la zona.

Una vez llegados al pueblo, la vista de la playa con la montaña al fondo era muy bonita, así que aunque eran las 3 de la tarde, decidimos que subiríamos y haríamos una buena ruta andando, ya que además hacía muy buen día, factor decisivo en este país.


Vista de la montaña desde el paseo marítimo.

Así nos dirigimos hacia allí, y comenzamos a andar entre la montaña y el mar, por un camino junto a unos acantilados y con la vía del tren pasando justo por debajo nuestra, con unas muy buenas vistas y mucho turista caminando por allí.


Los acantilados y la vía del tren que pasa justo al lado del mar.

Cuando vimos que ya nos habíamos alejado suficiente, y andábamos cada vez más cerca del pueblo siguiente, Greystones, decidimos ir hacia la parte superior de la montaña. Bueno más que decidir es que Kai dijo: "Vamos por este camino hacia arriba a ver lo que encontramos." Y coincidió, que de los montones de caminos que hay por toda la montaña (nada de un par de caminos como las rutas que puedes hacer por las zonas de montaña españolas) pues éste llevaba hacia la parte alta de la montaña. Pasando entre medio por una zona de arbustos y hierva, que no pudimos resistir probar, y donde hicimos un buen descanso.



Qué paz, qué vistas, que alfombra más cómoda y consistente de hierva. Eso junto con la buena temperatura, el cielo azul, y el solecito dando en la cara... hizo que los tres estuviésemos de acuerdo en proclamar ese lugar el mejor de los que hemos estado en Irlanda. Claro por ahora... por ahora...


Vista del siguiente pueblo, Greystones, desde la parte superior de la montaña.

Y tras el descanso continuamos el camino hacia lo alto de la montaña, pasando por una zona llana donde crecían montones de arbustos con unas bonitas flores y que inundaban de olor todo.


Foto de las flores que inundaban el campo.

Ya en la parte alta había una cruz que puede verse desde todas direcciones. Y éste fue nuestro premio. Una preciosa vista, aunque también acompañada de una ventolera bastante fuerte, que te metía el frío en el cuerpo.


Vista de Bray desde la parte superior de la montaña.

Tras pasar allí un rato disfrutando del paisaje nos dispusimos a bajar por la parte frontal de la montaña, que era un conjunto de caminos entrecruzados bastante malos, con riachuelos cruzando entremedio y mucho mucho barro. Claro al ser zona cubierta y llena de arbustos la humedad se mantenía más. Así que bajar fue más enrevesado, porque tenías que tener un poco de cuidado, pero tras un rato, llegamos de nuevo a la playa. Llena de "chiringuitos", bueno no exactamente, pero muy parecidos, con un montón de turistas, aunque la mayoría parecáían irlandeses.

Así que después de una muy bonita caminata de tres horas en total, volvimos a coger el tren hacia Dublin, donde cenamos juntos en casa unas pizzas y nos fuimos a la cama más bien tarde, aunque sarna con gusto ya se sabe...