Pequeño post para desearos a todos una muy muy feliz navidad y un muy muy próspero año nuevo. Espero que disfrutéis de vuestras familias y amigos, que descanséis y recarguéis pilas para tener mucha energía en el año nuevo y también, porqué no, que disfrutéis las fiestas, que para eso están.
Pero no gastéis mucho dinero que estamos en crisis, cuidad a vuestras parejas y seres queridos en estas fechas y tened cuidadito con el alcohol en general, y con el alcohol y la carretera en particular.
Para los estudiantes pues mucho ánimo y suerte para nuestra particular cuesta de enero, y para el resto pues que disfruten los días libres que el trabajo estará aquí pronto.
Sin más amigos, despedimos el blog por este año, ¡¡Feliz navidad para todos y que tengáis un estupendo año nuevo!!
Hola a todos. ¿Que tál estáis? Nosotros muy contentos ya que para vuestra sorpresa, esta vez os escribo desde ¡¡¡España!!! Sí amigos, el Martes pasado día 16, Laura y yo nos hemos venido a nuestras respectivas casas a tomarnos un merecido descanso. Y con el sol español, el relax de casa y lo agusto que estamos con la familia, pues el ciberespacio ha sido dejado de lado por unos momentos.
Los últimos días en Dublín han sido agotadores y se nos han echado encima un montón de cosas que había que hacer, aparte de que nos hemos contagiado mutuamente un resfriado, y hemos tenido que lidiar con todo, pero bueno, nada que no hayamos podido superar. Además en estos días con la ayuda del buen clima español y el ambiente navideño casero se nos ha quitado ya prácticamente.
Lo que si ha evitado todo el clima general ha sido que nos comuniquemos con vosotros por medio de éste, nuestro y vuestro, blog. Así que os voy a relatar de forma resumida nuestras últimas peripecias en aquel lejano país, que como siempre, tienen muchas cositas interesantes.
El caso es que en el penúltimo finde en Dublín quisimos llevar a cabo un plan diferente y divertido. Así decidimos entre todos ir a Malahide, ciudad al norte de Dublín bastante pintoresca, cerca del mar y con un castillo bastante bonito cerca.
Esta vez quedamos pronto, muy pronto, las 9 de la mañana, poder ver la ciudad, el castillo y alrdedores tranquilamente. Además para que Kai no se pasara esperando mucho tiempo al italiano y a nosotros dos (porque el tío siempre llega el primero a pesar de que es el que más lejos vive) pues dijo que el último que llegase después de la hora acordada pagaría las bebidas de esa excursión... y claro, eso para un italiano y nosotros fue super efectivo jeje. Allí estábamos plantados 3 minutos antes de las 9 todos... si es que no hay nada mejor que la amenaza de tener que rascarse el bolsillo si no se cumple lo acordado.
Así pues cogimos el tren y fuimos a Malahide, en 20 minutos estábamos allí. Y como la zona del castillo está cerca de la estación pues en nada estábamos paseando al solecito de la mañana por los prados verdes que lo rodean.
Y es que el castillo se encuentra en el centro de unos prados muy grandes, en los que se encuentran pistas de fútbol, rugby... además de zonas de arboledas, parques, caminos para pasear, parques infantiles llenos de cacharros que me encantaría usar hasta a mí... y todas esas cosas, en fin, chulísimo. La verdad es que sin ser una maravilla mundial es una zona chula que merece la pena visitar y echarle un rato, simplemente paseando y viendo.
Mapa de la zona, con el castillo en el centro.
El paseo de ida al castillo fue entretenido ya que había poca gente y estábamos muy tranquilos hablando y comentándolo todo. Además justo antes de llegar al castillo, había una bandada enooooooorme de patos tomando el sol en el césped, y claro, algo así no se me pudo resistir... corrí a por ellos para espantarlos... jejeje, que guay, si vierais toda la bandada saliendo a volar delante de mis narices y yéndose lejos y más lejooooosss...
Laura sentada en un banco que quedaba a la sombra y estaba todavía escarchado, como todo Dublín queda después de las frías noches.
Y bueno tras ésto pues nos dirigimos al castillo. No es muy grande por dentro y está llevado por una empresa privada, Dublintourism, que gestiona la conservación de muchos de los monumentos en Irlanda, por lo tanto la clave está en que tienen que sacar dinero... y eso pues te hace comprender muchas cosas de los altos precios y otras cosas más.
Esta vez tuvimos suerte y nos hizo buen día, no como cuando fuimos a Phoenix Park, aunque se notaba frío si se iba el sol.
Así que tras pagar la multa de 5 o 6€, pasamos a dentro, donde una señora nos explicó que la visita no es guiada, sino que hay partes en las que, cuando entras, hay detectores de movimiento y una grabación empieza a hablar... en otras simplemente es ir viendo las vitrinas... jeje, la verdad es que con lo de la grabación me quedé un poco anonadado. Además la señora nos dijo que no se podía echar fotos, que si queríamos la explicación en un librito escrita en algún otro idioma, y poco más, con lo que seguidamente cerró la puerta y se fué... con lo cual, claro, me hinché a hacer fotos, y si no hice más fue porque no merecían la pena.
La primera sala toda forrada de madera con su precioso cartel... el chino alucinaba cuando me vio haciendo precisamente lo contrario de lo que dijo la señora... ése no nos conoce a los españoles jeje.
El castillo pues es curioso de ver, pero no es que sea nada importante, lo único que merecía la pena es la sala de estar inicial, que está toda forrada de madera y es preciosa, por lo demás poca cosa que ver, pero echamos un buen rato.
Una de las salas grandes del castillo que se usaba, y usa, para dar comidas grandes y celebraciones.
Al salir del castillo además nos percatamos de que los charcos de algunas zonas ¡¡estaban congelados!! jeje, y eso te da para hacer un poco el tont... digo el maikeljackson, y otros movimientos sacados de aquella grandiosa canción... ¡qué grande es España!
¡¡Y el chiqui-chiqui se baila así!!
Tras ésto nos dirigimos al pueblo, bonito y todo decorado navideño, porque en Irlanda la decoración navideña yo diría que empieza bastante antes que en España. Tras andar por las calles principales nos fuimos a comer a un SPAR, donde había mesas y sillas, unos bocatas y paninis (que se ven mucho por Irlanda) y nos quedamos más agustos que el mundo.
Después un cafelito, rato de cháchara y risas, para luego dirigirnos hacia la playa, donde había unas bonitas vistas y echamos un buen rato simplemente paseando, hicimos algunas fotos que podéis ver y se me ocurrió hacer una panorámica con una función que tiene la cámara de Laura, porque eran las 3:30 o así y se empezaba a ver la luna claramente, mientras el sol aún asomaba, con lo que se podía ver una estampa muy bonita. La foto panorámica está en proceso de preparación, ya que tengo que unirla y eso, pero os la enseñaré pronto, prometo.
Entre tanto os dejo ésta foto aterradora, que merece la pena ser divulgada.
Tened en cuenta que estamos en Irlanda, y en Diciembre... con lo cual calificarlo de proeza es hasta poco. Ese tío es un hombre, y no la panda de nenazas que se encuentran por esos lugares de dios dándoselas de machos ibéricos.
Ésto es lo que un 99.9% de personas hacen en estas playas el 90% del año, hacerse una foto, porque otra cosa de utilidad no hay para hacer.
La verdad es que las visitas más que nada las disfrutamos mucho porque vamos los cuatro practicamos inglés, riéndonos con las ocurrencias los unos de los otros y además aprendemos mucho, de costumbres, de cultura, de comidas y de todo, unos de los otros, sobre todo nosotros del chino, que siempre tiene cosas raras para contar, normal, ¡viviendo tan lejos!
Como muestra, aquí tenéis su nombre traducido, y escrito en chino en la arena.
Tras el paseo y todo, nos volvimos a la ciudad, donde a Laura le habían avisado nuestros amigos españoles de que iban a quedar para tomar algo. Así que nos fuimos a la iglesia-bar que hay al final de Henry street y empezaron a llegar... Al final acabamos allí casi 15 españoles junto con mis amigos.
Es increíble la cantidad de españoles que hay en Dublín, y la verdad que en muchos momentos se agradece, porque tener gente con la misma cultura sirve de apoyo, pero también es una desventaja porque te impide sumergirte en la cultura del país y en Dublín llega a tal punto que si quisieras podrías pasarte casi todo el día hablando español.
Pero echamos un rato muy bueno de risas, hasta que a las 9:30 o así decidimos volver a casa. Esa había sido nuestra salida nocturna del día. Empiezas la juerga a las 7 y acabas a las 12 de la noche, es una buena forma de ir de fiesta para mi gusto, no como en España que sales a las 11:30 o 12 y acabas en casa a las 6 de la mañana...
Por lo demás en nuestros últimos días en Dublin un poco mal, porque ambos (Laura y yo) acabamos un poco chungos con resfriado, dolor de garganta y contagiados los dos. Además con todo el estrés de prepararlo todo para nuestro viaje a España y con cosas que terminar aquí y allí: que si dejar pagado el alquiler, comprar algunas cosas para la casa, algún que otro regalo, preparar maletas... pero bueno también sabéis que sarna con gusto no pica, y en el fondo teníamos muchas ganas de volver a casa y pasar un tiempo con la familia, cosa que estamos haciendo y disfrutando mucho.
Pasadlo muy bien estos días y disfrutad de la familia. ¡Saludos!
No sé si os acordaréis, pero hace mucho, mucho, muuuuuucho tiempo en este blog hubo una polémica ENOOOOOORME (bueno fueron dos mini comentarios de Rios y Paco pero hay que ensalzar el blog que sino no nos visita la peña jeje) que se produjo en los comentarios sobre los colores de la camiseta que me había traído aquí a Dublin para jugar al fútbol. La verdad es que fue hace muuuuucho tiempo (quizá más de un més, mucho para las mentes cortas, o poco según vuestra capacidad mental) pero yo por mi parte aún la recuerdo jeje.
El caso es que la polémica venía por la camiseta que había escogido para traer a Irlanda y jugar al fútbol con mis compañeros de laboratorio. Porque todos los viernes por la tarde quedamos bastantes de los integrantes de los distintos grupos de investigación en la escuela politécnica (de mi laboratorio de óptica, de reconocimiento de voz, de redes...) y echamos un partidito, muy chachi la verdad.
Y sin más rodeos, voy a mostraros la prenda que he decidido que vean éstos pobres diablos del balonpié, que ya quisieran tener algo de potencial en ese deporte y no tantos muertos de hambre jugando a deportes extraños...
Sí amigos, como podéis ver no me he traído sólo una camiseta, mi corazón está dividido y no habría podido soportarlo (además de que hay que lavarla después de jugar y esas cosas). Así he traído las camisetas de dos equipos: el grandioso Topaná (cuya web andará por algún recóndito lugar de internet) y el Radiadores Antonio (hay que hacerle publicidad a los amigos, si necesitáis una reparación en el coche ya sabéis jejeje).
Éstos han sido los dos equipos cuyos colores he defendido con el sudor de mi frente, todas mis fuerzas y un tanto de sangre. Y con no pocas historias de por medio, muchas para llorar, pero otras muchas para reírte un buen rato, y es que la liga local de fútbol sala de Coín daría para escribir un blog muuuuuucho más animado que éste, que ya sería decir.
Y es que uno no ha de olvidar sus raíces, aunque ahora juegue al fútbol muy lejos de casa y con unos tíos mu malos que hablan mu raro también. Y es que este viernes hemos vuelto a jugar los que estamos en el laboratorio una buena pachanga en los campos de ""fútbol sala"" de la facultad.
Vista de día.
Y una vista mucho más chachi nocturna y desde dentro del campo.
Porque lo que de verdad quería era mostraros el campo, que es por lo que le he puesto ese nombre tan rarito al post, y que como podéis contemplar se inspira en aquél de los anuncios de Nike de hace muchos años en los que aparecían grandes estrellas del fútbol jugando dentro de campos cerrados y haciendo todo tipo de trucos chachis jejeje, seguro que muchos no tenéis ni repajolera idea de lo que digo, pero otros sí, estoy seguro, y esto os sacará una sonrisita, recordando aquellos maravillosos años de chavales... pero bueno, ya está bien que como siga se me salta la lagrimilla.
Pues jugar en estos campos es muy divertido porque es muy rápido y da mucho juego eso de los rebotes en todas partes, incluida la red en el techo, con lo que se pueden hacer multitud de cosas guays, y además se marcan tela de goles, ya que para los batatos, casi sin querer es posible que por rebotes y eso la pelota acabe dentro de las porterías.
Y qué deciros, me lo paso de vicio jugando al fútbol todas las semanas, ya que me quita el mono de deporte, me permite derrochar un buen rato una cantidad grande de adrenalina y además aprendo vocabulario nuevo, porque claro, pasa al centro, saca la pelota del área, estoy en el segundo palo, tira a portería y todas esas cosas las necesitas para jugar, y por supuesto también forman parte del vocabulario de supervivencia necesario para toda persona que quiera ser angloparlante jeje.
Pero claro, cuando uno no mete gol o le entra la mala ostia porque tu compañero es un batato e intentando hacer un pase ha perdido la pelota, pues siempre recurre a su castellano de toda la vida, gritando alguna que otra frasecita en tu idioma nátal, que aunque nadie la entienda, tu te quedas más agusto que el mundo jajajaja. Aunque tampoco tiene ninguna importancia del otro mundo, ya que echamos pachangas para divertirnos y el mal rollo no entra dentro del campo nunca, sólo el pasarlo bien.
Así que ya véis. Otra cosa más que contar en el blog, que enriquece aún más mi experiencia aquí, y me lo hace pasar de vicio. El deporte es necesario amigos, así que no dejéis de practicarlo.
Saludos a todos.
Buenas a todos de nuevo. ¿Qué tal estáis? Antes de nada disculparnos porque la cantidad de cosas que estamos haciendo estos días y la falta de mi portátil (que por cierto ya está arreglado en mi casa en Málaga y esperándome lleno de pena) están siendo impedimentos grandes para mantener el blog estos días. Ya que además la fecha de vuelta a España, el 16 de diciembre, se acerca y hay mucho que hacer. Pero no os preocupéis que os vamos a seguir manteniendo informados a pesar de todo.
Así que voy a pasar a contaros lo que hicimos el finde pasado. En estas últimas dos semanas está haciendo mucho frío por aquí, y la verdad es que se nota mucho. De hecho el título del post viene a cuento porque era lo que decía el italiano el sábado pasado constantemente, y es que la frase se repetía una y otra vez y en diferentes idiomas entre los que fuímos... vaya frííííííííííooooooo.
Pues durante la semana pasada, entre Daniele, Kai y yo, decidimos que el sábado iríamos a Phoenix Park. Un parque enorme en la ciudad del que ya os he hablado en algún otro post. Es muy bonito de ver, y aunque yo ya había estado un par de veces, todavía no había visto más que una parte pequeña. Además mientras planeábamos qué hacer entre las posibles opciones, descubrimos, gracias a Jen, una irlandesa técnica del laboratorio en el que estamos en la DCU, que podíamos visitarlo en bicicleta, y además nos dijo varios sitios a dónde ir que podían ser interesantes, no hubo más que hablar, el sábado al parque.
Así decidimos quedar a las 12 en el pincho de la calle O´Connell, por cierto, ¿he hablado del pincho? Bueno su nombre es "The Spire" y es un monumento moderno de 120m de altura fácilmente reconocible en toda la ciudad, y donde tooooooooodo el mundo queda, ya que es un punto de referencia ideal. En el enlace podéis leer la historia y eso, es una buena idea para un monumento bastante espectacular. Bueno pues decidimos quedar allí y si hacía buen tiempo pues iríamos al parque, sino pues ya iríamos a pubs o algún otro sitio que teníamos en mente.
Nos levantamos el sábado y un sol brillante junto con un cielo si ninguna nube nos recibieron, fantástico, porque teníamos muchas ganas de ir al parque, coger las bicis y darnos un buen paseo. Nos vestimos, preparamos fruta y chucherías para picar y nos dirigimos al punto de encuentro.
Y al llegar allí, el cielo empezó a cambiar, y notamos que el frío venía a acompañarnos. De todas maneras no parecía nada serio, así que cogimos el tranvía hacia el parque. Después al bajarnos ya comenzamos a darnos cuenta de lo que nos esperaba... hacía un frío de la la leche, para que os hagáis una idea, aproximadamente igual que si subes a Sierra Nevada (en Granada) un día que esté nublado, o como subir a Navacerrada para los madrileños y gente del norte. Y claro, yo que había pensado que hacía sol, íbamos a coger unas bicis y eso... pues no fui demasiado abrigado... craso error.
Andamos un poco en el frío, y justo en la entrada del parque estaba la tienda para alquilar las bicis, el no tener guantes ya veíamos que nos iba a pasar factura porque la cosa estaba fea, había una neblina en el parque de la leche, con lo cual el frío y la humedad calaban bastante.
Menos mal que el de las bicis es un tío inteligente, y junto con ellas también te da guantes... dios, que agustito, que traquilidad jeje. Así que aunque el frío era ya considerable, cogimos las bicis y empezamos a recorrer la parte inicial.
La verdad es que son bicis guays, Laura cogió una mountain-bike, con la que pude hacer el tonto un poco y algunos caballitos, ¡qué recuerdos!
En ese momento ya nos dimos cuenta de que hacía bastante frío, las nubes inundaban todo el cielo y el sol, que había estado presente un buen rato, había huído despavorido dejándonos compuestos y sin su compañía. Pero había que ir hacia adelante. Así empezamos alrededor del obelisco, el zoológico y el parque floral al inicio, para ir después hacia el suroeste, donde nos encontramos una ¡zopeza!
Nos hicimos una foto en el gran obelisco de 62 metros de alto en memoria del Duque de Wellington.
Sí amigos, ciervos, en el parque hay muchos pero no esperábamos encontrarlos tan cerca.
Al seguir un poco más, en una enorme esplanada donde hay un mogollón de campos de rugby y de fútbol, pudimos ver otro montón de ellos, con gente cerca y también gente jugando en campos cercanos, y ellos sin inmutarse. Se ve que están muy acostumbrados a la gente.
Se veían muy bonitos, la verdad, a pesar del frío y la niebla y todo.
Tras ésto pasamos a ver la zona donde se encuentran la sede del embajador americano (vaya casita más mona y en buena ubicación), la residencia de la presidenta de Irlanda, y la cruz que se instaló en el parque a raíz de la visita del papa Juan Pablo II en 1979, donde dió una misa para 1 millón de personas... que se dice pronto teniendo en cuenta que el país tiene una población de 4 millones... ahí es nada.
Ésta es la rotonda central del parque, y al fondo está la entrada de la embajada americana.
Entrada de la residencia de la presidenta.
La cruz papal, con Daniele, Kai y Laura muertos de frío abajo si os fijáis.
Así que pudimos ver muchas cositas mientras paseábamos con las bicis. Para después dirigirnos a una cafetería que hay en el medio del parque y que Jen nos había chivado, de tal forma que comimos en un sitio bastante auténtico, nada de guiris jeje. Y la verdad es que fue un alivio enorme, porque con el enorme frío que hacía en la calle, el poder entrar en el sitio, pequeñito, pero muy calentito y acogedor, y tomarnos allí unas sopas de vegetales, junto con unos sandwiches y cafelito después, fue buenísimo para entrar en calor. Este tipo de sopas son muy típicas aquí, y realmente son más parecidas a purés, llevan nata por lo que son bastante espesitas y nutritivas y están buenísimas, y con el hambre y el frío con el que llegamos allí, ya os podéis imaginar el resultado.
Así que tras pasar un buen rato allí, riéndo y recogiendo fuerzas, decidimos volver hacia la entrada del parque de nuevo, pasando al lado de varios lagos que hay y cerca del zoológico, al que por cierto nos han dicho que no merece la pena entrar, porque la mayoría de los bichos no salen (por el frío y el mal tiempo) y te dedicas a estar todo el rato viendo las jaulas vacías.
Y nada, después de esas horitas por el parque, dejamos las bicis y volvimos al centro de la ciudad en tranvía de nuevo, para dirigirnos a un pub, a tomar unas pintas juntos, reirnos mucho y descubrir muchas cosas que no sabíamos unos de otros. Sobre todo de China, porque la verdad que gracias a Kai, aprendemos mucho y nos estamos culturizando para cuando en un futuro no muy lejano, nos demos un paseito por aquellos lares... eso si que sería un viaje increíble.
Y poco más, luego cada uno volvió a casa después de un día agotador, pero muy interesante. Una buena experiencia.
Hola a todos.
¿Qué tal? Como véis llevamos unos cuantos días de no parar, y es que la actividad no cesa. Sin ir más lejos, no había podido hablaros de la visita que nos han hecho mis papis y mi hermana, junto con su novio Alberto, aquí a la ciudad el fin de semana pasado, hasta ahora.
Lo hemos pasado en grande, hemos recorrido todo lo posible la misma, andando, siempre andando, que a mi hermana le encanta jejeje... y la verdad es que creo que se han llevado una idea general muy buena de Dublín: monumentos, marcha nocturna, museos, cultura, ambiente de la ciudad...
Ahora eso sí, nada más llegar, como es costumbre de la familia que nos visita, avalancha de cosas: ropa, comida, que si la batidora, que si un embudo, que si ésto, que si lo otro... montones de cosas para llenar la casa de mierda jejeje... que es un decir, es un decir, que vaya si nos estamos hartando de comer jamón serrano, manteca "colorá" y todo tipo de comida venida directamente desde España.
La maleta venía llena de comida... arrrgggggggggggghhhhhhhhh.
Una vez que habéis visto un ejemplo de cómo venir bien equipados a vernos, podemos hablar de lo demás. La verdad es que en los cuatro días (de jueves a domingo) hemos visto la decoración navideña de O´Connell street y de las calles principales. Además de los edificios más importantes, de los que les he contado la idea general, porque ya uno va teniendo culturilla con la que asombrar a las visitas. Aquí podéis ver fotitos de la decoración navideña muy abundante por toda la ciudad.
Lo que hemos visto, y que será muy probablemente lo que veáis cuando os paséis por aquí a vern... traernos víveres, provisiones y mucho dinero en metálico, ha sido: las calles de compras con su decoración navideña (Grafton y Henry Street) y los centros comerciales como el Stephen´s Green. Los múltiples puentes y alrededores del río Liffey que atraviesa el centro de la ciudad. El Trinity College con su biblioteca y el famoso libro de Kells. El enorme Phoenix Park. Temple Bar, y su ambiente nocturno en el pub Porterhouse (¡¡muy chulo!!) donde fermentan su propia cerveza y puedes probar diferentes variedades propias. Las catedrales católica (San Patricks) y protestante (Christ Church). La galería nacional de arte y el interior de Leinster House (sede del parlamento irlandés). Y seguro que alguna cosa más que se me escapa... pero por la cantidad que he mencionado os podéis hacer una idea de que no hemos parado en absoluto. 
Biblioteca del Trinity College, una maravilla.
La foto de esta escultura moderna en el Trinity College es superfamosa.
Nosotros pisando el césped del Trinity College.
Leinster House, la sede del gobierno Irlandés.
Y es que andamos mucho, mucho, y vimos mucho, mucho. Desde luego pienso que la siguiente vez que venga mi familia a la ciudad iremos fuera de Dublín, porque las cosas así importantes las han visto todas... no está mal, sólo en cuatro días. Es que estamos hechos unos guías de la pera.
De hecho mi hermana hizo tantas, tantas fotos, que hasta le salió alguna obra maestra. Porque claro de las tropecientas fotos que hizo, la mayoría para tirar a la basura, alguna buena tenía que salir, es lo que tiene la probabilidad jejeje. Ya sabes Rocío que es broma, pero esta foto si que es magistral.
También a su novio Alberto, que hizo menos fotos que mi hermana todo hay que decirlo, le salió una muy chula sin venir a cuento, es lo que tienen estas cosas, cuando menos te lo esperas te salen.
Incluso pudimos probar algunas cafeterías, para recargar energías a media tarde con un buen café calentito y una tartita. Una de las que probamos fue la cafetería Léon pija hasta los topes y carísima... pero una vez en la vida pues... Allí nos tomamos unas tartas alucinantemente buenas y en un ambiente francés muy selecto, con una decoración muy acogedora, y donde echamos un rato buenísimo.
Para que os hagáis una idea, os hacían un corazoncito en la espuma del café, alucina.
Aunque no todo iban a ser alardes de ostentación, ni mucho menos, como buenos viajeros que se acostumbran a todo comimos bocatas que nos hicimos en casa, en el primer sitio que pudiésemos. Es lo que tiene el viajero, anda mucho, gasta mucho y ha de comer barato donde pilla. Así que uno de los días comimos bocatas en las salas con sofás que hay en el Trinity College, muy calentitas, chulas y con wifi inalámbrico gratis, donde un señor muy amable nos hizo una foto a todos, un gustazo.
Bueno y como broche final, hemos conseguido mejorar (aunque era una empresa difícil) nuestra ahora bautizada "foto cuántosolace", aumentando el número de personas implicadas a 4: mi hermana, Alberto, Laura y yo. Esperamos que os guste y que cuando vengáis tengáis la suerte de que brille el sol, para así poder superar la belleza de esta foto y el número de componentes de la misma. Quedais avisados jeje.
Ui... ésta no era... es que claro con tantas fotos y tanto hacer el tonto, pues se mezcla todo jeje.
Ésta sí.
En fin, ya podéis ver que nos lo pasamos muy bien, vimos muchas cositas, disfrutamos el finde y se llevaron muchas fotitos. A ver quién es el siguiente. A todo ésto, de nuevo he escrito un post gigante... jeje, es que hay tanto que contar...
Saludos a todos.
Bueno, bueno, bueno... madre mía vengo alucinando. Acabo de llegar a casa de la facultad y es que he venido corriendo al ordenador para contaros a todos lo que me ha pasado.
El caso es que he salido de la universidad junto con el italiano, Daniele, y cuando íbamos llegando a la parada, el bus estaba allí recogiendo a gente... lo siguiente ha sido decirle hasta mañana, "see you tomorrow" y correr más que el tonto del forrest gump.
Y lo he conseguido, me he montado en el autobús y el conductor ha cerrado las puertas seguidamente... jeje, soy un tío con suerte. Pues el caso es que subo a la parte de arriba (me encanta siempre sentarme en la primera fila de la parte de arriba del autobús pegado al cristal) y observo a mi alrededor. Niño a mi izquierda, gordo a la derecha. Nada extraño.
Bueno nada extraño hasta que llevamos en el autobús 5 minutos. Entonces veo que el chiquillo coje la calculadora que llevaba en la cartera y empieza a desmontarla... primero un tornillito, luego el otro, luego la tapa de la pila, luego la parte trasera... luego, luego, luego... "madre mía lo que está haciendo con la calculadora pensé yo".
Joder, hasta que coje y desmonta la parte de las teclas y... ¿sabéis qué? pues todas las teclas caen al suelo y se desparraman por el autobús... y el niño ni se inmuta... ioputa. Bueno, no contento con eso él, sigue con su disección. Más piezas... por lo visto alguna se le resistía... no hay problema... el malaje, (porque eso es lo que era un malaje que ni daniel el travieso, ni la niña del exorcista, ni vaya...) coje y pone la calculadora en el suelo y se pone a darle pisotones... bueno bueno ésto se pone interesante.
Tras la operación, el malaje con gran parsimonia (porque no os creáis que estaba estresado ni nada, él con mucha calma y poco a poco como los buenos psicópatas iba realizando uno tras otros los pasos de su malvado plan) pues continúa e inserta una de las esquinas de la calculadora en un hueco del bús para conseguir partir la carcasa de la calculadora por otro lado... madre mía.
Pues así continuó el chavalito, las piezas caían al suelo y se oían ruiditos y ruiditos cuando iba partiendo una tras otra las partes de la calculadora... y chorraban por el autobús cuando éste giraba a un lado y a otro... Bueno pues seguía el chaval relajándose con sus cositas cuando de repente, se vuelve hacia atrás y pregunta todo educado a la señora: "¿Disculpe señora? ¿Tiene usted hora?" Le responde la señora, y él dice "Muchas gracias." ahí todo educado...
Y es que este niño malaje me ha calado, no sé, pero su pasimonia, la forma con la que se cargaba la calculadora, esa sangre fría, y esa actitud dañina... me han calado... tanto, tanto, que no me he podido resistir a hacerle una foto con mucho disimulo con el móvil, ahí como el que no quiere la cosa, y entre la chaqueta, para que todos podáis ver al malaje, porque eso es lo que es un malaje, más malo que una patada en las partes nobles.
Sí ahí donde lo véis le estaba dando meneos a la calculadora para sacarle alguna pieza, lo que yo os diga, todo un angelito. Éste tiene que ser de los mamones que le hacen la vida imposible a la niñera, ahí con mala sangre, pero de forma disimulada. De los niños que te la meten doblá y no te das cuenta hasta que te encuentras la trastada que han hecho en las narices...
En fin, un angelito. Que les coja confesaos a todos los que les toque tratarlo porque vaya tela. Al menos a mí me ha tenido muy entretenido en el viaje de vuelta a casa como podéis ver.
Saludos a todos.
Sí, de eso quería hablaros hoy, de cacharros, y no de los que tenemos ya rellenando nuestro loft (que la verdad que van creciendo de forma exponencial, veréis el show cuando nos vayamos a cambiar de piso o lo que sea...) sino los que ya rellenan desde hace bastante tiempo el laboratorio de la facultad.
Y es que en nuestro laboratorio se pueden ver cacharros para dar y regalar, a cual más extraño, complicado, y pos supuesto caro. Echad un vistazo.
En él se puede encontrar de todo. Desde los aparatos más "normalitos" como osciloscopios, generadores de pulsos, analizadores de red, generadores de onda, analizadores de espectro... Sí, ya se que para los que no os dedicáis a ésto de los cacharros ninguno os parecera normalito, pero a nosotros los ingenieros y primos cercanos sí que hay una serie de cacharros que nos son familiares, aunque al resto de los mortales no se lo parezca. Aunque también podemos encontrar aparatos de hace siglos e instrumentos que no tendrías ni idea de cómo usar aunque estuviéses un día entero con él.
Bueno aparte hay kilómetros y kilómetros de fibra óptica (esos clables finitos amarillos) para hacer pruebas de todos los tipos: fibra monomodo, multimodo, de 200m, de 500m, de 1km, de 10km... así puedes hacer pruebas de qué distancia es capaz de transmitir tu sistema y con qué probabilidad de error, además de usar diferentes tipos de fibra (más buena o más mala, para que nos entendamos) y ver hasta dónde puedes llegar.
En los armarios puedes encontrar todo tipo de cosas: filtros y diseños de circuitos impresos hechos por otros estudiantes, herramientas, medidores... de todo. Cosas que difícilmente se usan porque nadie sabe que están ahí, y cuando las quieres buscar se convierte en una odisea. Pero la verdad que los que saben del laboratorio (los profesores Philip y Prince) sí que están al loro de lo que tenemos a nuestra disposición y si lo pides suele haber de todo lo que quieras, y sino se compra.
Porque en general hay de todo, muchos medios y mucho dinero. Se invierte mucho en investigación aquí, porque también hay que tener en cuenta que éste, el RINCE, es uno de los centros de investigación importantes de Irlanda claro. Como ejemplo os puedo decir que mi compañero Daniele, el italiano, pidió un disco duro porque su ordenador no tenía mucho espacio y le han comprado uno de 500GB, sin miseria.
Sí, esta silla es la caña, le falta una rueda y siempre te da el sustillo, pero nunca llegas a caerte lo cual es gracioso cuando le sucede continuamente a todo el que la usa por aquí.
Además ves espacios donde cada uno ha hecho un montaje, con el que está probando cosas, normalmente acompañados de un cartelito escrito en un folio en el que suele poner (en inglés claro) "No tocar, nombredeldueño". Porque claro, poner a punto un experimento lleva mucho tiempo y no te puedes arriesgar a que llegue un listo y te coja cierta pieza o aparato que necesita, descojonándolo todo. Aquí podéis ver uno, el cual creo que lo estaba llevando Kai, el chino de China.
Experimento en proceso.
Bueno y yo también hago mis cositas por aquí, aunque no monto sistemas completos todavía (eso será a partir de Enero o así) pero sí que he de soldar partes de los filtros, que son construidos por un técnico y luego yo los repaso y le sueldo los conectores finales.
Aquí véis uno de mis filtros siendo soldado.
También como curiosidad tenemos una lista en la puerta de equipos prestados, que se le han dejado a otras universidades o instituciones de la ciudad o incluso de otras ciudades durante cierto tiempo para que hagan pruebas. Así nosotros podemos también pedirles cosas prestadas para hacer nuestras pruebas, y todos nos beneficiamos del dinero que el gobierno gasta en investigación.
Así que en general puedo deciros que estoy muy muy contento en la universidad. hay gente muy buena trabajando, hay muchos medios, muy buen ambiente, y se hacen cosas muy interesantes. Los proyectos que se están llevando a cabo ahora mismo en el laboratorio son tecnológicamente punteros y se están haciendo cosas que tienen repercusión en la mejora de la tecnología actual.
Yo a partir de Enero me centraré en usar los filtros que he diseñado en un sistema UWB (Ultra-WideBand), que representa la nueva forma de transmitir información a muy alta velocidad y a corta distancia. De hecho es la base de la nueva especificación de USB, que será inalámbrica y de alta velocidad y estará en nuestros ordenadores en cosa así de un año. Nosotros investigamos sobre cómo se comporta el sistema, en qué entorno funciona mejor, comparativas de rendimiento, posibles aplicaciones... y un largo etcétera, que ayudan a comprender cómo funciona y cómo mejorarlo en el futuro, ése es el trabajo de investigación, desarrollo y prueba.
Y nada más, aquí habéis podido ver mi entorno de trabajo, lo que hago a grandes rasgos y saber un poco más sobre dónde estoy todos los días. Espero que os haya gustado y si tenéis dudas o curiosidades ya sabéis, a los comentarios.
Saludos a todos.
Casi se me olvidaba daros la solución al jueguecito que os dejé hace ya tiempo, vaya vaya, tanta actividad últimamente nos tiene muy ocupados.
La foto que os puse se la hice al hombre ese vestido de tantos colores que tiene la señal grande de stop en la mano. De hecho son personas mayores que se ponen así vestidos con ropa reflectante en los cruces de las inmediaciones de los colegios, por donde pasan muchos niños por la mañana. Así cuando el semáforo se pone verde para los peatones se ponen en medio y aunque el semáforo se ponga verde para los coches, éstos hombres no darán paso hasta que los niños que hubiese hayan cruzado. Se evita así el peligro de despites de las madres, carreras de la mañana y el que los coches con las prisas no presten la debida atención.
Además nos han dicho que lo hacen de forma voluntaria, sin ser pagados ni nada, por la mañana cuando los niños van al cole y cuando salen después por la tarde. Y todos los que hemos visto son gente mayor. Los hemos visto en muchos cruces por todo Dublín.
El caso es que los que han acertado han sido Lucía y Jose, ¡¡enhorabuena!! jeje. Y mención especial para el comentario de Euge con el que nos hemos partido de la risa. Por cierto que muy mal para uno que dijo por ahí que era un muñeco (¿eh? Rocío) jajajajaja... pero bueno está muy bien que cada uno ponga su opinión, al menos era una respuesta muy ingeniosa y verosímil, me quedé muy sorprendido.
Por cierto mucha suerte y ánimo con los parciales para mis compis de la Autónoma de Madrid que me acabo de dar cuenta que los estáis teniendo éstos días. Y especialmente a Euge, que le han puesto como regalo de cumpleaños el de RSS el viernes, felicidades y muchas suerte, ya nos contarás que te han regalado, aparte del examen.
Y nada más, ya habéis aprendido otra cosa curiosa que se hace en los países de Europa, y también aquí en Irlanda. Un abrazo a todos.
Buenas a todos de nuevo, ¿qué tal estáis? ¿aún de piedra porque Laura ha escrito dos posts seguidos ehhh? Pues sí, ella es así, parece que no, parece que no, pero de repente se suelta el pelo y va a por todas, y se lo curra un montón.
Bueno la verdad es que en éstos últimos días se han mezclado eventos de todos los colores y hemos estado muy ocupados por lo que el blog se ha resentido un poco, y con ello las visitas... muy mal por vuestra parte, hay que entrar al blog aunque no haya nada nuevo, así memorizáis todo para cuando vayamos por allí y os preguntemos cosas, porque... ¿no esperáis que simplemente os creamos cuando digáis "yo siempre leo tu blog..."? No, lo comprobaremos...
Pues el caso amigos es que el otro día, como Laura os ha dicho, se me estropeó el portátil. Vaya se me quemó. La verdad es que creo que se ha jodido de tanto calculo intensivo, ya sabéis el diseño de filtros implica mucho cálculo, aunque no tanto como el jugar a juegos, que ponen al portatil a tal temperatura que no puedes ponerlo encima de las piernas porque te quemas... Extrañamente el ordenador me había empezado a mostrar tonos de colores raros, se bloqueaba de vez en cuando... y cuando el otro día arranqué uno de los últimos juegos para pc que ha salido con el fin de matar unos pocos marcianos... éste se bloqueo para siempre jamás... así que... igual no lo ha quemado el cálculo intensivo de filtros... igual no.
Desde ese momento no ha vuelto a encender... así que lo que os decía... el matar marcian... digo... accidentalmente ha muerto vamos.
Pero para no tener morriña de ver a Laura con su portátil y yo parado pues el plan ha sido hacer muchas cositas este fin de semana. Asi que planeamos varias cosas y nos lo pasamos muy bien, la verdad.
Primero el sábado por la tarde quedamos con dos de mis compañeros del laboratorio para ver el partido de rugby entre Irlanda y Nueva Zelanda (los llamados All Black) y su celebérrima Haka, un baile de origen maorí que realizan siempre antes de comenzar el partido (no os perdáis el vídeo si no lo conocéis).
El partido estuvo guay, pero es que los All Blacks son muy buenos y los irlandeses unos muertos de hambre... digo... no tanto. Así que le dieron un repaso interesante, 22 a 3 creo que quedó. Pero bueno con la poquita idea que teníamos cada uno de los cuatro (Laura, Kai, Daniele y yo) pues fuimos descifrando como funciona el juego, nos reimos mucho y lo pasamos bien.
Aquí nos hizo la foto Laura al italiano (Daniele), el chino de China (Kai) y mi menda lerenda, una mezcla de gente del mundo ¿eh?
Después del partido (y con dos pintas de guinnes cada uno encima) nos fuimos a cenar por allí, con más hambre que carpanta, a un bar de comida así turca, tipo Kebab, muy buena.
Depués de la cena acabamos finalmente en otro pub, donde hablamos y nos reímos mucho con las ocurrencias de cada uno, porque claro, mezclar a un chino, un italiano y dos españoles da mucho juego de tonterias, pero sin embargo no bebimos nada, estábamos hasta arriba. Y así, después de un muy buen rato, nos fuimos cada uno a casa.
Al otro día en principio teniamos pensado ir a Kildare, pero no había nada en firme, porque para ir a esas cosas tenemos que levantarnos temprano, y no vamos a poner el despertador ni nada, así que si nos despertamos pronto vamos, y sino, ya veremos... Y sorprendentemene ocurrió que nos levantamos... chachi. Un buen desayuno, corre, corre, mochila con bocatas y ala.
De camino a la parada del Luas hicimos una foto para que veáis una pequeña parte de los adornos navideños que han puesto en Dublín.
Con lo cual nos dirigimos a la parada del Luas (tranvía) que nos llevaba a la estación de trenes Heuston, y de allí en media hora estábamos en Kildare, eso sí, por 30€. Pero bueno, es un pueblo muy bonito, de unos 4.000 habtantes, en el que se encuentra el Irish National Stud.
Lo que realmente me llamó la atención del lugar, y es por lo que fuimos, fueron los jardines japoneses que se encuentran allí. Ya que Laura y yo habíamos estado hace unos años con mi familia en Copenhague y tenían unos magníficos parques, donde se mezclaba el diseño moderno con inspiración japonesa. Teníamos muy buenos recuerdos de ellos y por eso pensamos en ir.
Una vez llegados a la estación vimos con asombro que había un microbús, con un hombre mayorcete delante de él, con panfletos informativos, y que parecía el conductor... "éste es el cazaguiris" pensamos. Pero claro la estación sabíamos que estaba a un trecho del lugar donde íbamos por lo tanto le preguntamos: "Buenos días buen hombre, ¿cuánto vale el autobús?". "Gratis" respondió.
No hubo más palabras, como buenos españoles, tras mirarnos sorprendidos Laura y yo, nos montamos en el bus sin más explicaciones, un español nunca rechaza nada gratis.
La verdad es que está muy bien pensado, porque imaginamos que el bus lo pagarán entre el Ireland Stud y el centro comercial que queda a mitad de camino, y donde "of course" el bus realiza parada. Así tienen un bus todo el día dando vueltas y llevando a personas: estación-pueblo-centro comercial-irish stud. Very convenient.
En el irish stud echamos un buen rato, desde las 12 de la mañana o así hasta casi las cinco de la tarde. Allí vimos por supuesto el jardín japonés que es muy bonito, aunque no demasiado grande. Y es muy curioso porque se recorre en un cierto orden, y el jardín va recreando la vida de una persona, desde que nace (por ello vas pasando por una cueva que es la oscuridad), te vas haciendo mayor, te casas y cruzas el puente de la felicidad (con lo cual el camino se ensancha para que los casados puedan caminar juntos)... para al final ascender a la parte más alta del jardín, los cielos, y contemplar todo desde allí. Con muchos detalles como esos que os digo.
Después pasamos a ver los alrededores del lugar, donde hice una foto artística que podéis ver abajo, para ir luego a la zona de cría de caballos de carrera, que de hecho es el centro del complejo y lo que lo mueve todo.
Esta foto no la hice yo sino el "artista que llevo dentro."
De hecho nosotros no lo sabíamos, pero en ese lugar se crían caballos de pura raza para carreras, tanto para Irlanda, como para el Reino Unido e incluso Australia, ya que mueve muchísima pasta, había de hecho un caballo que tenía el récord de ganancias y habían sido de 2.7 millones de euros... no está mal, no está mal. Aquí podéis verlo.
La verdad es que es complicado enterarte de cosas en una lengua diferente a la tuya, pero cuando hablan de un tema del que no tienes ni pajolera idea pues os podéis imaginar que mucho más. Así que la idea general fue que se cuida muchísimo a las yeguas embarazadas, al potro, y sobre todo a los sementales, que son los que van a dar los premios en metálico jeje.
Aquí podéis ver las cuadras donde tienen a los caballos que corren, todo perfectamente cuidado y con unos seguros de una millonada, con seguridad 24 horas, cámaras de vigilancia y de todo. La verdad es que fue muy interesante.
Finalmente antes de irnos le dimos una vuelta a los jardines irlandeses, llamados Saint Fiachra's Garden y nos dirigimos a esperar el gratisbus, que nos iba a dejar un rato en el centro comercial antes de irnos definitivamente para casa.
Así de 5 a 6 echamos un rato en el centro comercial, que estaba lleno de pijos, y que es un Outlet, es decir, tiendas con ropa de marcas de diseñadores, de deporte y eso rebajadas. Así pude encontrar un chaquetón de nomeacuerdoquemarca, que valía 300 euros y los dejaban en 120... muy bien... pero es que 120 sigue siendo un pastón.
Nos dimos un paseíto relajado, nos volvimos a coger el gratisbus a la estación y pa casita, que ya era tarde, y había que ir a cenar y dormir para finiquitar el domingo y el fin de semana.
Así que entre todo completamos un fin de semana muy chulo que no quería dejar de compartir con vosotros, aunque sea unos días más tarde. Porque además os lo pongo hoy un poco a la prisa, ya que mis padres vendrán mañana y os podéis imaginar que en estos días vamos a tener muuuuuuuuucho que contar jeje.
Sin más, me despido, un abrazo a todos y espero que os haya gustado, si habéis llegado hasta aquí os doy la enhorabuena porque vaya post más largo jejejeje...