Nos fuimos pa Dublin...

Hola a todos.

Aqui vamos con nuestro tercer flashback amigos. Este fin de semana fue parte de la programación de viajitos baratos con Ryanair que estamos haciendo estos meses. Hemos decidido viajar alrededor de Europa en mini-viajes de fin de semana en los que intentamos no gastar mucho y visitar sitios interesantes. Así en éste nos fuimos a Frankfurt, ciudad en el suroeste de Alemania y centro económico y financiero de Europa, con multitud de bancos y empresas. Pero con un típico sabor alemán.

Claro, al ser baratos pues tienen lo que tienen, y el aeropuerto al que llegábamos, llamado Frankfurt-Hanh, está un poco en la mierda, bueno está cercano a bastantes ciudad importantes, pero lejos de todas ellas, y en nuestro caso a casi dos horas de bus de Frankfurt, (sí, es lo que tiene el viaje barato amigos). Pero es una buena opción para viajar a centroeuropa y recorrer varias ciudades.


Aeropuerto de Hahn, donde aterrizamos y no se veían ni luces alrededor, sólo oscuridad. Claro está en medio de la nada.

Pero bueno a nosotros no nos molestó especialmente, porque al tener los vuelos tarde, nos suponía perder algunas horas de sueño, pero no de visita, lo cual para dos turistas duros como nosotros no era problema, y el sábado estábamos pronto al 100% listos para turistear.

Nos hicimos una ruta, siguiendo las recomendaciones de un libro de viaje que teníamos, para recorrernos la ciudad y ver los puntos más importantes, entre ellos.


El distrito financiero, con grandes bancos, entre ellos el central europeo.


La plaza del ayuntamiento, reconstruida tras la guerra como el 90% de la ciudad.


Mercado de comida internacional, donde podías ir probando aquí y allí, buenísimo.


Y por supuesto la zona comercial, llena de tiendas y donde hay un mirador desde donde podías observar el skyline del distrito financiero.

Luego paseando nos topamos de nuevo con otro mercado, donde podías comer comida típica alemana, y allí hicimos una parada. Había que catar las salchichas alemanas y la cerveza de manzana, muy típica por allí.



Tras eso nos dimos una vuelta por la parte norte del centro de la ciudad, donde vimos el edifico que más me gustó, la antigua ópera, "Alte Oper". Una preciosidad, aunque por supuesto reconstruida después de la guerra también.


La antigua ópera.

Y finalmente nos dimos una vuelta por el distrito financiero, con mucho edificio característico y palacios de congresos, aunque todo desierto por ser fin de semana.





Después de tanta vuelta y el poco dormir del día anterior estábamos muertos, así que nos fuimos al hotel para darnos una merecida ducha, descansar e ir a la cama pronto para aprovechar el día siguiente.

Y la verdad es que el domingo se notó bastante más frío, ya que no salió el sol, y por lo tanto no dimos tanta vuelta por la ciudad, sino que fuimos buscando sitios para estar a cubierto: iglesias, estaciones, museos, monumentos... para ir resguardándonos del frío. Eso fue hasta llegar a ver una típica taberna que nos llamaba insistentemente para que entráramos porque tenía una pinta...


Stadel, museo de arte de la ciudad.


Ésta es la vista de la ciudad ese día. Un fríiiiiiiiiiioooooooo...

Y ésta es la taberna en la que finalmente entramos en calor ¡cómo nos pusimos! Ambiente típico alemán, lleno de típicos alemanes y con típica comida alemana muy contundente que nos hizo entrar en calor y salir de allí más rojos...




Típica comida alemana, con muuuuuchas calorías.

Aunque después de la comida, ya con las pilas cargadas y al transcurrir el día, la cosa se fue poniendo mejor, vimos aparecer el sol y decidimos coger un tren para visitar una pequeña ciudad, muy cerca de Frankfurt y que casi podría ser un barrio más, llamado Hötch.





Allí vimos el ayuntamiento y varios edificios históricos, la rivera del río y nos tomamos un café y unos dulces en una pastelería que nos volvió a llamar a gritos cuando pasamos cerca de ella. Así redondeamos la tarde jeje.


El ayuntamiento.

Después de tanta visita volvimos a nuestro hotel de Frankfurt, recogimos las maletas, y andamos hasta la estación, donde cogimos el autobús para volver al perdidísimo aeropuerto de Hahn, y tomar el vuelo a nuestra casita en Dublín. Hogar dulce hogar, porque después de tanto ajetreo... llegar a tu casa se agradece, y mucho.

Un saludo a todos desde lo agustito de nuestra casita jeje.