Nos fuimos pa Dublin...

Hola a todos,

pues sí amigos, hoy os voy a hablar de la primera visita coína que hemos tenido por estos lares, la de Ernesto y Silvia, y además lo voy a hacer desde las cálidas tierras españolas en las que estamos estos días, si señor.

Bueno mientras se nos pasan los días aquí en Madrid a velocidad de vértigo, sin parar de hacer cosas y disfrutando mucho, he tenido algún que otro pequeño rato para conectarme a Internet y además escribir un poco, que aquí tenéis.

Ernesto y Silvia (en adelante E&R) nos visitaron durante cuatro días y la verdad que ha sido uno de las visitas que hemos programado mejor porque ya tenemos experiencia con la ciudad y claro, conocemos buenos sitios y cómo hacer las cosas para aprovechar el tiempo, que salga barato, etc, etc...

Llegaron el jueves, con nocturnidad y alevosía, bastante tarde, pero eso no impidió que el viernes lo aprovecháramos bien, mientras por cierto Laura no pudo estar con nosotros porque curraba, ya que siempre está al borde del cañón, y ese día tenía que ir.

Así que el primer día lo usamos para visitar la ciudad, los monumentos más importantes y dar una vuelta de adaptación jeje. Para comer fuimos juntos con Laura al (espacio patrocinado jeje) restaurante O´neills, buen sitio.


Comida en O´neills.

Por la tarde, tras visitar varias cosas más, se nos unió Laura después del curro, y nos tomamos una cervecita en el Trinity College junto con unas patatas fritas. Echamos un buen rato hablando, con un partido de cricket que estaban jugando en las pista de fondo, pero como a nosotros el cricket no nos va, pues para lo único que sirvió fue como bonito decorado verde con gente trajeada de blanco corriendo alrededor.


Cervezas en el Trinity.

Por la noche cayó alguna cervecita más por Temple Bar, dimos un buen paseo y visitamos unos pocos de pubs, además de estar un rato en un cine al aire libre en la plaza principal de Temple Bar viendo Moulin Rouge, pero solo media hora o así, porque ver una película al aire libre en inglés no era nuestro plan y al día siguiente había que hacer muchas más cosas.

El sábado tuvimos una comida con mi amigo Daniele, el italiano, y todos sus compañeros de casa, dejadme contar: 2 surcoreanas, 1 chino, 1 colombiana, 2 irlandeses, otro italiano más, y nosotros cuatro... casi nada. Probamos una comida hecha por la chica colombiana, que estaba buenísima y se llama "Bandeja Paisa", plato nacional de Colombia. Aunque nosotros también llevamos una ensaladilla rusa, of course.


Té en casa de Daniele.

Echamos allí un buenísimo rato con su té después, y al terminar descubrimos que estaba cayendo una de agua... "que no lo veas" jeje. Así que la visita por la tarde, por supuesto continuó, pero con chubasqueros. La lluvia no es problema para nosotros los irlandeses.


Saint Patricks Cathedral.

Y tras la visita de las catedrales y varias cosas que se nos quedaron atrás el Viernes, completamos la visita a Dublín el Sábado y nos acostamos pronto, ya que todo tenía que estar a punto para el Domingo. Íbamos a viajar a Irlanda del Norte, a visitar el Giant´s Causeway, y también Belfast.

El Domingo nos levantamos pronto, recogimos nuestro Toyota Yaris nuevecito, y fuimos directos hacia Bushmills, en la costa más al norte de Irlanda, y muy cercano al Giant´s Causeway, patrimonio de la humanidad de la Unesco por cierto. Se trata de una formación de rocas debida a erupciones, y que al estar cerca de agua, hicieron que al solidificarse se agrietaran de la forma que se ve en las fotos.

Fueron tres horas de coche para llegar, pero la zona es muy bonita, con acantilados, todo muy verde, pueblos bonitos y además decorados la mayoría. Ya que coincidió que se celebraba "The Twelfth", una fiesta protestante arraigada en Irlanda del Norte y que hace no tantos años provocaba grandes problemas entre unionistas (protestantes en su mayoría y que apoyan a Inglaterra) y nacionalistas (católicos en su mayoría y que apoyan a la República de Irlanda).


Bushmills.

Pero desde luego Irlanda del Norte y la costa son muy bonitas, las rencillas son cada vez menos evidentes, y la normalidad es cada vez mayor. Esta parte cuenta con unos paisajes preciosos, y el Giant´s Causeway como colofón, merece la pena la visita.


Vista de la costa.


La formación que entra al mar.


Zona más alta.


Foto de grupo.


Puente de cuerda.

Durante nuestra caminata íbamos buscando un puente de cuerda del que habíamos leído en una de las guías, y que finalmente encontramos, pero con el coche, porque estaba lejos del Giant´s Causeway para ir andando. Y nosotros sin saberlo intentamos llegar andando hasta que preguntamos y nos dijeron que no era posible, catetos jeje.

Este puente originariamente era construido por los pescadores cada año para acceder a una isla en verano y hoy día es para "guiris". Permite apreciar unas vistas bonitas y muy auténticas para pasar a la isla, y aunque no fuimos hasta él, sólo viéndolo de lejos ya impresionaba.

Tras pasar la mayoría del día recorriendo la zona, andamos alrededor de 6 kilómetros, y disfrutamos de unas vistas increíbles. Después, hacia las 5 de la tarde, nos dirigimos hacia Belfast, a una hora de coche.

La ciudad estaba bastante desierta y no nos pareció demasiado bonita, tampoco tiene mucho que ver, y lo más representativo es todo lo relacionado con los problemas que hubo en la ciudad en las últimas décadas relacionados con el terrorismo y el enfrentamiento entre las mayorías "católicas" y "protestantes". Aparte de algunos edificios construidos por los ingleses, como el ayuntamiento.


Ayuntamiento de Belfast, de lo poco destacable de la ciudad.

En ciertos momentos, como la celebraciones que se hacían en esos días, aún sigue habiendo altercados, aunque no con la violencia de hace unos años, cosas pequeñas, y que poco a poco se van olvidando a un lado y a otro. Lo que sí vimos fue una ciudad con ambiente enrarecido, unas pilas de madera bien grandes repartidas por la ciudad, y similares a las que habíamos vistos en otros pueblos.

Éstas eran bien altas normalmente y tenían banderas de la República de Irlanda arriba, dispuestas a ser quemadas... un ambiente no demasiado agradable para unos españoles que dan vueltas a la ciudad en un coche con matrícula de Dublín... aunque tampoco tuvimos ningún problema.


Pintadas típicas en los muros de algunas casas de barrios obreros.


Alucinantemente alta pila de madera para quemar en Belfast.

Así que tras dar unas vueltas por la ciudad, no hicimos una idea de ella. Después, bastante tarde, tiramos hacia Dublin, a donde llegamos a las 12 de la noche casi, pero mereció la pena.

Al día siguiente, Lunes, visitamos las últimas dos partes que queríamos enseñarles a E&S, el Phoenix Park, y la zona del puerto, The Docklands, zona que está siendo remodelada, y tiene unas pocas construcciones en proceso realizadas por arquitectos de renombre, que le están dando un nuevo aire moderno y elegante a la ciudad.


Phoenix Park.

La visita al Phoenix Park fue un poco accidentada, ¿verdad Silvia? porque pensábamos visitarlo en autobús y lo perdimos dos veces delante de nuestras narices durante su recorrido. Con lo cual al final sólo dimos una vuelta en él de forma rápida y no pudimos bajarnos a visitar las distintas zonas alejadas... pero al menos hemos aprendido para otra vez jeje.

Y luego la zona del puerto tiene teatros, salas de conciertos, centros comerciales y de convenciones, así como algunos edificios más, que están siendo construidos por arquitectos internacionales y están haciendo que la zona prometa ser de lo mejor de la ciudad en unos pocos años. Así que era interesante de ver.


Gran canal Theatre.


La arquitectura da mucho juego...

Y con todo ésto, se completó una visita bastante llena de cosas a Dublín, el Lunes por la noche, a las 4 de la mañana creo que era, con nocturnidad y alevosía de nuevo jeje, nuestros huéspedes partieron hacia Spain. Una gran visita, si señor.

En la galería tenéis más fotos, echadles un vistazo. Si os gustan ya sabéis, a ver quién es el siguiente en aparecer por Dublín...

Un saludo a todos.